Los relieves del Ara Pacis
Ara Pacis Augustae (Altar de la Paz Augusta) es un monumento construido en el año 13 a.C dedicado a la diosa romana Pax para celebrar las victoriosas campañas de Augusto en Galicia e Hispania. La disposición general del Ara Pacis es de tradición latina. Se trata de un recinto casi cuadrado que tiene dos puertas; una frontal para el sacerdote oficiante, y otra posterior para los animales a sacrificar ( cada año se debía sacrificar un carnero y dos bueyes).
La parte más original del relieve lo constituye la procesión cívica. La escultura refleja una precisa ceremonia ocurrida el 30 de enero del año 9 a.C. En primer lugar aparecen los lictores y poco después los acólitos; preside la escena el Pontífice Máximo que debería ser Augusto, pero a quien sustituye Agripa como Vicario; detrás de él va Livia, la mujer de Augusto, con Tiberio y Druso, y más atrás los padres y los senadores.
El monumento representa a Eneas y el otro (el mejor conservado) a la Tierra, como una mujer con dos niños, flanqueada por los genios fertilizantes del Aire sobre un cisne y del Agua sobre un monstruo marino; todo ello acompañado de frutos y animales que hacen alusión a la prosperidad proporcionada por la Paz de Augusto.
La procesión de los frisos laterales representa a Augusto, su familia, amigos, magistrados y senadores, componiendo un magnífico conjunto de retratos que, no obstante, deja entrever una fuerte influencia de las Panateneas del Partenón, si bien los personajes procesionan en dos filas con más orden y disciplina que en el templo ático. Se combinan altorrelieves con medio y bajorrelieves, que contribuyen a crear sensación de profundidad.
La obra combina los elementos de origen griego y helenístico con el realismo junto con características de la tradición romana del retrato, representado por su calidad con el punto más alto jamás alcanzado en el arte de los relieves.